PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS

 

GASPAR, EL BUFON

Ya no cabe ninguna duda, al menos para Gaspar Zarrías, ese político de escasa estatura física y política, natural de Cazalilla (Jaén) hijo y nieto, no de Camborios, como el Heredia de Lorca, sino de alcaldes de dicha localidad y de profesión político, de los de toda la vida: o sea, animal político o, en su caso, que es lo mismo, político animal. Hoy es, gracias a este otro político animal que es Cháves, secretario de Estado de Cooperación Territorial y secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica en la Ejecutiva Federal del PSOE; nada más y nada menos. La culpa de lo que ha pasado, dice Don Gaspar, la tiene el PP por, según sus declaraciones, reunirse con los controladores.

Pero no es sólo el PP culpable de lo que ha pasado en este puente. También lo es el PaPa. Me refiero al Papa Pío IX, al que se le ocurrió proclamar el dogma de fe sobre la Inmaculada Concepción a través de su carta apostólica , Ineffabilis Deus, el día 8 de diciembre de 1854 :

INMACULADA, LA CONCEPCIÓN

«…Para honra de la Santísima Trinidad, para la alegría de la Iglesia católica, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, con la de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra: Definimos, afirmamos y pronunciamos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original desde el primer instante de su concepción, por singular privilegio y gracia de Dios Omnipotente, en atención a los méritos de Cristo-Jesús, Salvador del género humano, ha sido revelada por Dios y por tanto debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles. Por lo cual, si alguno tuviere la temeridad, lo cual Dios no permita, de dudar en su corazón lo que por Nos ha sido definido, sepa y entienda que su propio juicio lo condena, que su fe ha naufragado y que ha caído de la unidad de la Iglesia y que si además osaren manifestar de palabra o por escrito o de otra cualquiera manera externa lo que sintieren en su corazón, por lo mismo quedan sujetos a las penas establecidas por el derecho.»

 

 

 

El PSOE es como la Inmaculada Concepción, dicho sea con todo el respeto debido a la virgen. No tiene culpa de nada, nació y vive sin tacha original. Porque si el PP no hubiera hablado con los controladores, estos no se habrían sublevado y si el Papa no hubiera proclamado el Dogma, este puente no habría sido tan largo y, para sólo tres días, los controladores no lanzan su reto.

 De modo que nadie culpe al gobierno. De cuanto ha pasado, las responsabilidades están claras: PP y Papa.

 

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PUENTE (Romano de Córdoba) SOBRE AGUAS TURBULENTAS

El larguísimo puente que hoy acaba ha resultado intenso y complicado. A las ilusiones truncadas de tantas familias atrapadas en el caos de los aeropuertos, se unen la desesperación y hasta la ruina de otras familias inundadas por otras aguas turbulentas. Las de los ríos Genil y Guadalquivir que, a su paso por Écija, Palma del Río, Córdoba y otras poblaciones se ha desbordado por las intensas lluvias de estos días. En ambos asuntos llueve sobre mojado: es la cuarta vez en un año que Écija se inunda y la enésima que los controladores se desbordan. Y en ambos casos –marginando por un momento la broma de las responsabilidades antes mencionadas-, ha sido la inoperancia e incompetencia de Junta andaluza y Gobierno nacional los que han permitido la repetición de las riadas.

 Pero si el Dogma de la Inmaculada es el pilar de salida del puente, el pilar central lo es la Constitución Española, ratificada el día 6 de diciembre de 1978 por referéndum de todos los españoles.

LA CONSTITUCION

Nuestra Constitución, sabia en lo que dice pero pervertida por quienes la interpretan y aplican, establece como eje político fundamental el sistema de división de poderes, con un bicameralismo, elegido por sufragio universal, que asume el Poder Legislativo. El Congreso elige al Presidente de Gobierno que, junto con el gobierno por él designado, ejerce el Poder Ejecutivo. El tercer Poder, el Judicial, lo ostenta el Consejo General del Poder Judicial y, como órgano de superior jerarquía y garante de de la legalidad constitucional, el Tribunal Constitucional. La garantía de independencia del poder judicial de deriva del sistema de elección de sus miembros; pero ese sistema se ha pervertido por acuerdo expreso o tácito de los dos grandes partidos. En el CGPJ se pasó de la elección por los propios jueces y magistrados a un sistema mixto con intervención de las cámaras. En el TC, la permanente falta de acuerdo entre los partidos permite su esclerotización y, en definitiva su politización.

Estos son los pilares y basamentos que sustentan el puente: Constitución e Inmaculada Concepción. Y, como los del Puente Romano de Córdoba, también en apariencia sólidamente construido, están siendo amenazados por la turbulencia de las aguas que bajo él transcurren. Aguas de ignorancia, de intolerancia, de rencores, de envidias, de avaricia, de vanidad y de ineptitud. Aguas en las que bracean nuestros políticos, apoyándose unos sobre otros, hundiéndose unos a otros y todos impulsados por la droga de la ambición de poder.

La Constitución, a la que ayer se festejaba precisamente por quienes con disimulo la vulneran, está de capa caída. El Parlamento es hoy un mercado de votos y una jaula de grillos. El gobierno desgobierna y su política enriquece, arruina o amenaza, con o sin ayuda de la oposición, a quien le conviene o le reta. El Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional son órganos esclerotizados porque los que tienen el poder de nombrar no se ponen de acuerdo.

Una de las primeras entradas de este blog, el 29 de abril, en la que escribía sobre la división de poderes finalizaba con esta estrofa:

Casi acabada esta trova,

Mis ideas ya están claras:

La división de poderes

Es sólo un cuento en España.

Da lo mismo quien gobierne,

Quien tenga la Potestad,

Pues sin duda intentará

Con presiones, con acuerdos

Con maniobras extrañas

Y con engaños sin cuento

Someter al Parlamento

Y hasta al poder judicial.

 

Hoy la he vuelto a leer y me reafirmo en lo que hace meses escribí. España es una democracia en la que la división de poderes es un cuento.

Y en cuanto al otro pilar, La Inmaculada, poco he de decir. Doctores tiene la iglesia y yo no estoy muy católico estos días. Pero quienes sí lo son, no se cansan de insistir en el asedio al catolicismo por parte de quienes, además de no practicarlo, tratan de impedir que otros lo hagan, de imponer el laicismo en la sociedad. Si ellos no son partidarios, que no lo sea nadie. Fuera basílicas, símbolos religiosos, celebraciones católicas tradicionales. «Vive la laïcité, Vive L’egalité«; pero siempre que sean los demás los que se igualen a ellos, a los intolerantes.

 

Pues así es, este puente se está resintiendo, como los del río Genil y el Guadalquivir, con la turbulencia de las aguas que bajo él transcurren. La entrada al puente vino precedida por la debacle del PSC, el conflicto con el moro, la enésima crisis de los mercados, las nuevas medidas de control del déficit y la desaparición del presidente, ausente o durmiente. El fracaso en las elecciones catalanas y la decisión de no prorrogar la ayuda a los parados de larga duración contribuían a la descomposición interna del PSOE y a su desprestigio. Pero el asunto de los controladores y las filtraciones de Wikileaks, de las que tanto se ha hablado y a las que nadie hace ya caso, han ayudado a ocultar en los medios las penurias del partido de gobierno. Lo mismo que ha sucedido con el levantamiento del secreto sumarial de la corrupción de notables del PP en el caso Gurtel. Nadie ha hablado de ello, ni siquiera El País, tan entretenido estaba con su exclusiva Wiki.

Como dijo Franco ante el asesinato de Carrero Blanco: “no hay mal que por bien no venga”.

Iniciando el tránsito, ya en el puente, el caos aéreo domina la escena; no hay nada más. Cualquier otro acontecimiento pasa a segundo nivel o desaparece de los medios. Aparte de los internos, ya citados, asuntos del exterior tan graves como el conflicto entre Coreas y la posible –segura- guerra civil en Costa de Marfil por el escándalo electoral, dejan de tener importancia.

El puente acaba, ya se vislumbra la salida. La vuelta a casa será tristona y no sólo porque el tiempo ha sido perro. Ha nevado en las ciudades más septentrionales, mientras que en las estaciones invernales, la lluvia y el viento han impedido la práctica del esquí. Las playas, impracticables por frío y lluvia y toda Andalucía inundada. Nos volvemos con la tristeza de haber pasado el puente encerrados en casa o en aeropuertos y con el sabor amargo que nos deja la publicación del Informe PISA sobre la calidad de la educación en España. Pero esto será objeto de otra entrada.

EL PUENTE QUE VIENE

La salida del puente traerá también la venganza de Blanco. Debiera ser justicia, pero me temo que Blanco prefiere la venganza. Para eso tiene el poder. Pero al pastido socialista y a nuestro gobierno les queda un puente mucho más complicado que pasar. Lo malo es que las dificultades que arrostren en su paso serán nuestras dificultades. 

Hoy me resulta fácil seleccionar la música. ¿Qué otro tema musical mejor que el del título de esta entrada? BRIDGE OVER TROUBLED WATERS, de Simon & Garfunkel.

Cuando las circunstancias
sean adversas
y no encuentres amigos,
como un puente
sobre aguas turbulentas,
yo me desplegaré…

  

 

 

 

When you’re weary
Feeling small
When tears are in your eyes
I will dry them all

I’m on your side
When times get rough
And friends just can’t be found
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down

When you’re down and out
When you’re on the street
When evening falls so hard
I will comfort you

I’ll take your part
When darkness comes
And pain is all around
Like a bridge over troubled water
I will lay me down
Like a bridge over troubled water
I will lay me down

Sail on Silver Girl,
Sail on by
Your time has come to shine
All your dreams are on their way

See how they shine
If you need a friend
I’m sailing right behind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind