SONRISAS Y LAGRIMAS

ELLAS (sonrisas)

¿Qué se puede decir sobre la crisis de gobierno que aún no se haya dicho?
La respuesta es: nada. Pero no por eso voy a dejar de comentarla.

Lo primero que me ha sorprendido son las formas. He escuchado que Aído se enteró en mitad de una entrevista que estaba concediendo en Tele 5 y que Moratinos no se lo esperaba. Le fue comunicado el día anterior o el mismo por la mañana. ¿Cómo Puede ser? ¿Dónde está el talante del presidente incluso con los suyos? El efecto sorpresa se ha valorado probablemente más que la lealtad y que la eficacia en las agendas políticas.

Lo segundo que constato es el reconocimiento por parte de ZP de su propio fracaso en algunas de sus medidas “estrella”. Así se deduce de la supresión del ministerio de Igualdad a los pocos años (dos y medio) de su creación como el gran aldabonazo de su política social. Y así, también, de la aparente

EL (lágrimas)

ausencia de perfiles brillantes de su generación política; tiene que acudir al baúl de los recuerdos felipistas..

Y en tercer lugar, el juego y el vaivén en lo que los entendidos llaman “cuotas”. En efecto, según interpretan los analistas y reflejan las decisiones de nombramientos:

– Baja la “cuota catalana”. Posiblemente ZP da por perdidas las elecciones en Catalunya y no le interesa invertir a corto plazo en ministros catalanes. Sin embargo aumenta la andaluza (Aguilar) y la vasca (Jáuregui). Los caladeros del sur y del norte permitirán, posiblemente, mejores capturas.
– Baja la “cuota femenina”. De un 9/9 (incluyendo al presidente) en el gobierno anterior, pasamos a una relación de 9/7 en este nuevo, tras la salida de Aído, Corredor (con amortización de sus ministerios) y De La Vega y con la incorporación de Pajín.
– Se incrementa la “cuota felipista”, con la incorporación de Jáuregui (además de la no muy lejana de Chaves) y el incremento notable de poder de Rubalcaba (todos ellos, además de Salgado, “felipistas”), a costa de la “cuota zapaterista”, puesto que ambas actúan como vasos comunicantes.
-También aumenta la “cuota de izquierda”; se observa un cierto guiño a los sectores de izquierda y sindicalista con la incorporación de la ex-IU Rosa Aguilar y del ugetista Valeriano Gómez. Y, posiblemente, un intento de parar el efecto del nuevo partido verde que quieren montar Herrera (IU-ICV) y Uralde (Greenpeace).

Estos son los datos que, sin mucho esfuerzo interpretativo se desprenden de las decisiones. En cuanto a las intenciones, hay bastante consenso, que yo reflejo aquí, en las siguientes:.

1. Renovación y dinamización. Este gobierno estaba bastante “quemado”, y no solo los ministros salientes. Bibiana provocaba risa, y casi tristeza, con sus ocurrencias de niña vanidosa con poder; De la Vega, a pesar de su indudable valía e intenso trabajo, olía ya a naftalina; a Beatriz Corredor ni se le percibía; y a Moratinos le toreaban ya casi todos los países de segundo nivel pero de los que depende en gran medida nuestra política exterior..
Hay algunos otros ministros cuya trayectoria resulta francamente negativa o, como poco, neutra, pero que no tenía sentido cesar en estos momentos. Me refiero a Salgado y a Sebastián, fundamentalmente. Elena está quemadísima, pero tiene que controlar el déficit y conducir el desarrollo de las medidas económicas. Sebastián va bastante por libre aunque no le dejan demasiada iniciativa. Pero tiene pendiente de desarrollar, aunque no lo hará, eso de la economía sostenible y el pacto energético. Además, es amigo personal del presidente.
Y, finalmente, hay algunos otros que no hacen más que estar y estorbar. Me refiero a Chaves (¿en qué se ocupa este inútil “homo antecessor”?) y a González Sinde (más atractiva, pero igual de florero). Supongo que ZP tenía ganas de cesarlos, pero no le han dejado.

2. Diálogo sindical. Parecía absolutamente necesario reconstruir el diálogo con los sindicatos, roto desde hace meses, lo que ha producido una tristeza indecible en el presidente. El nuevo ministro de trabajo parece idóneo.

3. Terrorismo. Algunos analistas perciben, con la incorporación de Jáuregui, una intención ladina de retomar las negociaciones con ETA. Con la economía y el paro disparados en direcciones opuestas (una baja, otro sube) y sin visos de mejora a medio plazo, el final de ETA antes de marzo del 2011 sería un revulsivo. Si no caen en los errores del pasado y consiguen la entrega de armas y rendición sin condiciones, pueden no perder las elecciones. Pero es aventura peligrosa. Cualquier relajación a favor de la izquierda abertzale de cara a las autonómicas y locales de marzo de 2011, sería electoralmente muy negativa para ZP. Y si no abren la mano, no es previsible una rendición de ETA, aunque sea light.

4. Disciplina y Parlamento. Rubalcaba es, posiblemente, el ministro mejor valorado y el más listo. Siendo vicepresidente tendrá mucho mayor control sobre los ministros y, siendo portavoz, sobre los parlamentarios. Jose Antonio Alonso, que me parece a mí buen político y persona íntegra, resultaba un portavoz demasiado blando para la pelea parlamentaria.

En mi poco formado criterio político los cambios, desde la perspectiva de las personas elegidas y cesadas, me parecen bien. Sin duda, la crisis, podría haber sido mucho más profunda, pero no hubiera sido razonable con la que está cayendo y a año y medio de las elecciones. De las salidas ya he hablado. En cuanto a los cambios internos y a las incorporaciones,  me parece bien que Rubalcaba y Blanco, los más eficaces y currantes, incrementen competencias. Creo que Jáuregui es un gran político y persona honesta (aunque le recuerden, como a Rubalcaba, su protagonismo en la negra etapa GAL) y traerá sensatez al gobierno y al debate. Y en cuanto al “desconocido”, Valeriano Gómez, lo que leo es bueno: tiene preparación y experiencia, es dialogante y “buena persona”; ¿qué importa que participara en la manifestación del 29 S, como ya le están criticando?.

Entiendo poco lo de Tinidad Jiménez como ministra de Exteriores. No digo que me parezca mal; sólo que no lo entiendo. Tendré algún complejo respecto a ella, porque creo que su labor en sanidad ha sido buena, tiene relaciones con la diplomacia, experiencia en relaciones internacionales, capacidad de diálogo y de comunicación en inglés ¿Por qué, entonces, no lo entiendo? Seguramente porque me hubiera gustado mucho ver en exteriores a Bernardino León. Pero probablemente el Presidente lo prefiera a su lado.

Lo que de verdad no entiendo nada, me repatea y me parece una cagada, dicho sea con los debidos respetos y sin ánimo de ofender, es lo de Pajín ¿Qué coño ha hecho la “planetaria” para que le den un ministerio? Lamento el exabrupto. No lo puedo evitar y pido disculpas por ello. Pero es que lo de Pajín….clama al cielo. Reconozco que es cuestión personal; Leire me cae mal, muy mal. Pero seguramente no veían otra manera de sacarla de la responsabilidad de organización del partido.
Aún así, no he sido yo el que ha dicho: “cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir aquí”. Ha sido el gilipollas del Alcalde de Valladolid, León de la Riva, del PP.

Con todo, lo que antecede -que no es más que repetir o reinterpretar lo que ya está dicho-  es circunstancial e inútil para mejorar la gobernanza del país, es decir para contribuir a detener el deterioro de las condiciones de vida de los españoles que, al fin y a la postre es la función principal de nuestros gobernantes. Porque ninguno de los cambios tiende realmente a tales objetivos. ¿Qué es, pues, lo que ha pretendido Zapatero y sus consejeros? Dos cosas:

– Atacar con mayor vehemencia a la oposición inane del PP
– Lograr un avance en las negociaciones con los abertzales

Es decir, medidas puramente electoralistas. Todo sea para contrarrestar esos 14 puntos de desventaja que se desprenden de las encuestas.

Y la guinda, ciertamente jocosa: el guiño que ZP ha hecho a Aído en la despedida de de la Vega: “Voy a proponer a Teresa como miembra del Consejo de Estado”. Así lo dijo, así lo cuento.

Como decía Julio Iglesias:

Al final las obras quedan
Las gentes se van
Otros que vienen las continuaran
La vida sigue igual

Pero no, no os voy a poner a Julio Iglesias. Es bueno pero no es mi estilo. Mi estilo ya lo conocéis: Dylan, Seeger, Guthrie, Emmylou, Baez, etc…..Y Cash, Johnny Cash.

Cash interpretó en los años 60 una simpática canción de Jack Clement. Su título, «The One on the Right is on the Left«. Relata la historia del fracaso de un grupo musical de folk singers cuya calidad era estupenda, pero que eran políticamente incompatibles. Moraleja: la política siempre destruye un buen proyecto.

There once was a musical troupe
A pickin’ singin’ folk group
They sang the mountain ballads
And the folk songs of our land

They were long on musical ability
Folks thought they would go far
But political incompatibility led to their downfall

Well, the one on the right was on the left
And the one in the middle was on the right
And the one on the left was in the middle
And the guy in the rear was a Methodist

This musical aggregation toured the entire nation
Singing the traditional ballads
And the folk songs of our land
They performed with great virtuosity
And soon they were the rage
But political animosity prevailed upon the stage

Well, the one on the right was on the left
And the one in the middle was on the right
And the one on the left was in the middle
And the guy in the rear burned his driver’s license

Well the curtain had ascended
A hush fell on the crowd
As thousands there were gathered to hear The folk songs of our land
But they took their politics seriously
And that night at the concert hall
As the audience watched deliriously
They had a free-for-all

Well, the one on the right was on the bottom
And the one in the middle was on the top
And the one on the left got a broken arm
And the guy in the rear, said, «Oh dear»

Now this should be a lesson if you plan to start a folk group
Don’t go mixin’ politics with the folk songs of our land
Just work on harmony and diction
Play your banjo well
And if you have political convictions keep them to yourself

Now, the one on the left works in a bank
And the one in the middle drives a truck
The one on the right’s an all-night deejay
And the guy in the rear got drafted